15 nov 2010

SUBCOMANDANTE MARCOS- El señor de los espejos


El Subcomandante Insurgente Marcos es el principal portavoz y mando militar del grupo armado indígena mexicano denominado Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), que hizo su aparición pública el 1 de enero de 1994, cuando lanzaron una ofensiva militar en la que tomaron seis cabeceras municipales del estado sureño mexicano de Chiapas, demandando democracia, libertad, tierra, pan y justicia para los indígenas.

Aglutina en su persona el descontento y se erige como interlocutor de las capas más desamparadas de la sociedad mexicana en demanda de una mayor democratización del país. Su discurso cala en una sociedad que pese a la integración con el Tratado de Libre Comercio en el mercado norteamericano sigue manifestando muchas carencias. Con el carisma de antiguo líder revolucionario, su personaje está inmerso y se define dentro de un proceso de cambio en el México de finales del siglo XX. Tras la caída del poder del PRI y la elección en julio de 2000 de Vicente Fox Quesada (PAN) como presidente, del 24 de febrero al 11 de marzo de 2001 encabeza una marcha zapatista hasta la sede del poder legislativo en Ciudad de México para reivindicar los derechos de las etnias indígenas mexicanas. El Congreso aprueba una ley que reconoce los derechos de los 10 millones de indígenas, pero la introducción de importantes modificaciones por los parlamentarios provoca la oposición de la izquierda y del Consejo Nacional Indígena. Marcos corta cualquier tipo de negociación con el gobierno y declara la intención del EZLN de no deponer las armas y seguir con su insurrección todo el tiempo que sea necesario.

El Subcomandante Marcos se distingue por sus habilidades literarias y de manejo de los medios. Su identidad y su rostro cubierto por un pasamontañas ha recorrido al mundo como símbolo de resistencia. Se le ha comparado con el argentino Che Guevara (especialmente en cuanto a su importancia simbólica para la izquierda en todo el mundo). Según él mismo, «Marcos es el nombre de un compañero que murió, y nosotros siempre tomábamos los nombres de los que morían, en esta idea de que uno no muere sino que sigue en la lucha».
El gobierno mexicano dio a conocer su (supuesta) identidad el 9 de febrero de 1995. Dijeron que conocían la identidad del enmascarado, identificándolo presuntamente como Rafael Sebastián Guillén Vicente (Tampico, México, 19 de junio de 1957), ex-profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) de la Ciudad de México.

Guillén nació en México, hijo de inmigrantes españoles zamoranos, estudió en un instituto jesuita en Tampico. Después se trasladó al Distrito Federal, donde se graduó en filosofía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) con el trabajo de tesis Filosofía y educación: prácticas discursivas y prácticas ideológicas en libros de texto de primaria. Después comenzó a trabajar como profesor en la Universidad Autónoma Metropolitana. Después de ello se inicia su actividad revolucionaria.

Marcos siempre ha negado ser Rafael Guillén, mientras que la familia de éste dice que siempre ha ignorado su paradero, y afirma que nunca confirmará si Marcos y Rafael son una misma persona. En la Gran Marcha al Distrito Federal en el año 2001, Marcos visitó la UNAM y durante su discurso dejó claro que había estado allí antes.

De 1992 al 2006, Marcos escribió más de 200 ensayos e historias, y publicó 21 libros en un total de al menos 33 ediciones, documentando ampliamente sus perspectivas filosóficas y políticas. Los ensayos e historias son reciclados en los libros. Marcos tiende a preferir las expresiones indirectas; sus escritos son con frecuencia fábulas. Algunos, sin embargo, están muy pegados a la vida cotidiana y son directos. Su estilo elíptico, irónico y romántico puede ser una forma de distanciarse de las circunstancias dolorosas que reporta y protesta.

En 2006, Marcos, ahora Delegado Zero, empezó una gira en los 32 estados mexicanos para promover La Otra Campaña. En ella, busca escuchar al pueblo mexicano, a los organizados y a los que no lo están, «a todos aquellos que desde abajo y a la izquierda busquen cambiar el actual estado de la sociedad», siempre regidos por ciertos principios, como son: el anticapitalismo, la horizontalidad, la equidad y varios más que el propio movimiento irá definiendo en su caminar.
La naturaleza de esta iniciativa implica distancia de los tres partidos políticos más importantes de México y sus candidatos a la presidencia, dejando claro que el proyecto de construcción de un nuevo país no pasa por el apoyo a tal o cual candidato, sino por la lucha propia.




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